El acceso al ascensor es complicado.

Comodidad cerca de las pistas

El acceso directo a las pistas hizo que cada mañana fuera emocionante. La atención del personal es destacable, siempre amigables y dispuestos a ayudar.

El ascensor solo funciona con el bar abierto y no hay indicaciones claras para salir. Las habitaciones, aunque cómodas, podrían estar más limpias.

Me encantó mi estancia, sobre todo porque tenía acceso directo a las pistas y la habitación era muy cómoda, lo que hizo que mis días esquiando fueran geniales. disfruté de momentos de relax en el jacuzzi y la sala de masajes, lo que fue un plus. Solo una cosa a tener en cuenta, la señal de Wi-Fi a veces era un poco débil en la habitación, pero no arruinó mi experiencia. 😊

la habitación es sencilla pero cómoda, el baño es un poco pequeño.

Tuve una estancia muy agradable en katmandu. La habitación era sencilla pero cómoda, lo que me permitió descansar bien. El restaurante excelente, tanto para desayunar como para almorzar. La atención del personal fue de diez, siempre simpáticos y atentos. Además, la relación calidad precio fue magnífica.

Lo recomiendo.

Las habitaciones son sencillas, pero la comida y la atención son excepcionales.

buenas comidas, habitación sencilla, minibar limitado.

una experiencia única en katmandu, la comida maravillosa y el personal siempre sonriente hicieron nuestra estancia inolvidable

Tuvimos una maravillosa estadía con un servicio excepcional. La zona para comer al aire libre es increíble y la comida es un verdadero deleite. ¡Definitivamente volveré!

El primer día cenamos en el restaurante y ¡menuda maravilla! Los platos de carne y pescado que probamos estaban de rechupete, de esos que te dejan queriendo más. Además, la relación calidad-precio fue de diez y el ambiente del bar es la caña. Ah, y el trato del personal, súper cercano, como si fueras de la familia.

Sin embargo, el ascensor solo va cuando el bar está abierto, y la vía de salida es una aventura en sí. Tienes que atravesar la cocina y la despensa, lo cual suena complicado, pero te da una anécdota genial para contar. Aun así, todo brilló por el sabor de la comida y la buena vibra del lugar.

Tuvimos una estadía muy divertida en familia, especialmente porque el hotel ofrece acceso directo a las pistas, lo que facilitó nuestras jornada de esquí. Los niños se lo pasaron genial y pudimos relajarnos en la zona de jacuzzi después de esquiar.

A mis hijos les hubiera encantado tener más opciones de entretenimiento dentro del hotel.

Recomiendo a parejas

La atención del personal es buena. El primer día, cenamos en el restaurante, y estaba todo buenísimo, pero luego estuvo cerrado, lo cual fue un poco decepcionante.

No fue barato, pero aún así es aceptable.

La habitación era sencilla pero cómoda. El baño estaba ok y el colchón era bastante cómodo, lo que me permitió descansar bien. El primer día cenamos en el restaurante y todo estuvo buenísimo, pero luego estuvo cerrado. El trato del personal fue muy bueno. Aunque no era perfecta, la relación calidad-precio fue genial.

El acceso directo a las pistas fue genial y la atención del personal sobresaliente! La zona para comer al aire libre es súper agradable (perfecta para disfrutar de la vista).

Nada que no me haya gustado.

Wi-Fi un poco débil. El restaurante tiene una zona exterior estupenda y la TV grande fue genial.